La letra en la piel: el arte del relato erótico

La sensualidad desbordada: entrevista con Alberto Soria, autor del libro "Permiso para pecar"

"-¿Es su libro Permiso para pecar un manual gourmet o un libro para disfrutar de lo que usted llama el "buen vivir"?.

-No pretendí escribir un manual de sibaritas, ni una guía sobre lo exquisito. Escribí este libro desde lo que algunos consideran el infierno. Desde el infierno que en la modernidad proclama que el hambre hereje es elegante. Desde el fuego eterno que pienso nos consumirá, si aceptamos el triunfo de la homogeneidad del gusto, la banalización de la gastronomía, y el cocinar o sentarnos a la mesa sin tradiciones, sin herencias culinarias, y sin caricias. Es un libro sobre la buena vida.

-¿Es un libro con recomendaciones para comer bien?

Es una reflexión documentada, de crónicas periodísticas breves e independientes, sobre cómo disfrutar más, mesa, cocina y vinos. El menú es variado, de raíz Mediterránea. Además de mesa, cocina y vinos, contiene cosas el cómo se construyen las armonías gastronómicas; es un decálogo para seductores.

-¿Cuándo se da usted permiso para pecar?

-Este no es un libro sobre pecados veniales, sino sobre pecados capitales, como parecen serlo los placeres cotidianos que hemos ido perdiendo, porque se nos amenaza con el fuego eterno. Se llama en él a la rebelión sobre la irracionalidad de aceptar como únicamente válidos los preceptos de los amantes del hambre auto-impuesto y las promesas de vida sana e infinita.

-Usted es gastrónomo y conocedor de vinos ¿qué significa la buena mesa?

-El espíritu gourmet no nace, se hace. Se construye, con información y ganas, no con dinero. Cuando ese espíritu gourmet piensa en cocina, no piensa en agobio sino en liberación. En un espacio en la rutina para la convivencia y el placer.

-De no ser gastrónomo, experto en vinos, aceite de oliva y single malts ¿qué le gustaría ser?

-Uno no es experto, sino enteradito, en el mejor de los casos connaisseur. Me gustaría ser adjunto a San Pedro, para poder probar todas las añadas celestiales sin perderme ninguna."

Publicado por Jesús Nieves Montero @ 8:14 a. m.